Pandemia acelera la migración de los servicios de crédito deducibles de la nómina de los servicios in situ a los digitales.

Internet ha sido parte de la vida de las personas desde la década de 1990 y a principios del 2000. Sin embargo, la pandemia de Covid-19 y el aislamiento social dieron una nueva dimensión a esta red global que interconecta computadoras. «Ya no podemos vivir sin Internet», dice Paulo Costa, Superintendente de TI de Neoconsig, una empresa de tecnología especializada en préstamos de nómina. Durante la pandemia hubo un aumento en el consumo de Internet en todo el país. «Nos vimos obligados a quedarnos en casa y, con eso, llegamos a la conclusión de que no es necesario hacer nuestras compras ni pagar físicamente», observa Paulo. Este movimiento no fue diferente en los préstamos de nómina, que ya ofrecían la opción digital. «Las cosas se aceleraron, el volumen de información es infinitamente mayor que antes y sigue aumentando, y todo esto hace que la gente esté tan confiada y exigente como siempre, lo que trae un claro cambio de comportamiento», informa el Superintendente. La vida se ha vuelto «más fácil». porque los productos y servicios automatizados comenzaron a ofrecer una comodidad impensable hace unos años. Ante este nuevo escenario de migración de los servicios presenciales a los digitales, Neoconsig comenzó a crear nuevas facilidades para que las personas estuvieran más cerca de sus productos sin salir de casa. “Desde el punto de vista de los servicios, como en el caso de los préstamos deducibles de nómina, se han roto muchos paradigmas, esto significa más vidas salvadas gracias a la tecnología”, dice Paulo Costa. Pero, por otro lado, esta aceleración de la migración ha planteado nuevos desafíos relacionados con la falta de preparación de las empresas en materia de protección de datos y la poca experiencia del usuario con el proceso. “Con la evolución de la tecnología acelerada debido a la pandemia, han surgido nuevas soluciones y también problemas que obligan a las empresas a adaptarse para satisfacer las demandas de la sociedad”, explica. “Una transformación digital sin retorno y posibilidades ilimitadas”, concluye.

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